sábado, 16 de agosto de 2008

Soledad acompañada

El reloj marcó las 03:00 de la madrugada. Desvelada, juntó la yema de sus dedos y estiró los brazos, enjuagó su rostro con agua un tanto fría para despabilarse. Al observarse frente al espejo, vio una mirada perdida que hacía ya algún tiempo la acompañaba junto a una inseparable soledad y, de vez en cuando, se le subía a los ojos.

Al pasar, escuchó una errante melodía que le recordaba a la persona que una vez amó; se acentuó cada beso, cada caricia y cada lágrima. Desconcertada por las líneas que sobre la mesa había dejado escritas, comenzó a recordar.

No hubo abrazos ni palabras de despedida, tan sólo un placard vacío insinuaba que no volvería. Ahogada en llanto, se aferró a quien tenía: sus hijas, quienes también compartían la tristeza acumulada por la ausencia que alojaban en su hogar, cargada de melancolía y viejos recuerdos que de tan viejos ya eran nuevos. En cualquier rincón estaba la huella sellada del último adiós, donde se reflejaba cada suspiro de las tres mujeres destinadas al mismo hombre, el mismo sentimiento y la misma soledad.

Pasaron varios otoños sin una simple línea que trazase alguna sonrisa, era muy ajeno para ella intentar la felicidad. Solo trataba de acariciar esos corazoncitos que se negaban a volver a brillar, siempre recordando el pasado sin saber que el ayer no vuelve más. Con valentía dijo a sus hijas: “ todo cambia y todo se termina”, dejó plasmado lo importante que era vivir cada instante, estar con las personas que amamos y disfrutarlas como si fuera la última vez, porque no sabremos cuando volveremos a verlos.

Quizás no valía la pena sufrirlo tanto, en el futuro tal vez se arrepientan por haber perdido tanto tiempo lamentándose por algo que poco fue.
Simplemente lo recordaba tras la canción que sonaba esa madrugada desvelada, solo así, entonces, pudo mirarse nuevamente al espejo y soltar la tristeza sin volver a llorar.

Belén Acosta

2 comentarios:

juan dijo...

hermoso!! casi se me cae una lagrima, menos mal que la guarde para mis adentros si no ahogo a todos los de este cyber. es algo que te llega hasta lo mas profundo del corazon y te penetra como espada afilada en el alma y no hay cuira para esa herida

juan dijo...

hermoso!! casi se me cae una lagrima, menos mal que la guarde para mis adentros si no ahogo a todos los de este cyber. es algo que te llega hasta lo mas profundo del corazon y te penetra como espada afilada en el alma y no hay cuira para esa herida