sábado, 3 de mayo de 2008

TROTAMUNDOS

No tuvo que caminar demasiado para llegar adonde se encontraba.

Casi desnudo se elevó entre los cielos y gravitó la solitaria barba estelar.

Aturdido, vio el mundo por primera vez.

Navegó mares celestiales y cruzó ríos amarillos, pisó bosques transparentes y escaló hasta lo más alto.

Ser un trotamundos develado fue lo que le deparó el destino, y sin buscarlo siquiera pudo sentir al paraíso, de ostias pequeñas y azules.

Ayer visité su cuerpo, que dormía sobre una camilla, y en silencio me ha confesado que el único Dios es la locura.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

D`Urso:smog que humedece las arrugas de las gerontes letras...Gracias.

Anónimo dijo...

D`Urso: smog que humedece las arrugas de las gerontes letras...Gracias.

Anónimo dijo...

Es un honor y una satisfacción -ante todo- que reproduzcas este texto en tu mundo.. y lo hagas propio. Porque aunque sea breve este viaje por cuevas cerebrales, tu empatía lo hace eterno.

Me subestimas y sobreestimas en iguales cantidades, pero por un solo y mismo motivo: el cariño.
Vos bien sabes porque te lo digo, vos bien sabes que es mutuo.

Seguí sacándole punta al lápiz que hay muchas hojas blancas que embellecer.

Un abrazo eterno