sábado, 8 de noviembre de 2008

Una vez más…

Culmina ya el melancólico frió, dejando asomar los primeros tibios rayos de sol a una nueva primavera. Su risa de jazmines y su arrullo monótono logra que sea una de mis estaciones preferidas.

Mis últimas primaveras no las disfrute como realmente quise. Solía estar sentada con la mirada hacia fuera, esperando a alguien que nunca llegó. Solía recordar el pasado con la ilusión de enmendarlo en el futuro, sin vivir el presente.

Solía mirar los árboles, sin que me conmoviera su divino contorno. Caminar por las calles y observar a los padres jugar con sus hijos, sin un suspiro robarme. Solía pensar que los besos en las plazas, eran poco románticos. A tomar mi tinta y algo en blanco, sin tener inspiración.

Solía perder a muchas personas, por el inútil orgullo. A no entender por qué estuve tan sola en algunos momentos difíciles. Solía no reír seguido y llorar una vez por semana.

Me pase día tras día buscando la estrategia y la forma más loca de ver la vida, logrando que las cosas más simples se conviertan en momentos maravillosos.

Una vez más, nos toca vivirla, pero esta vez quisiera poder disfrutarla de otra manera, con otras personas, nuevos sentimientos y que sea mucho más vivificante de lo que pudo ser.

A menudo me siento cerca de la ventana a esperar que mi mascota, me saque la primera sonrisa. A sentir la magia que tiene mirar el sol, por debajo de un árbol. Suelo sonreír, cuando lo hace un niño. Al placer de escribir lo que siento y qué o quién me motiva a hacerlo. A saber que los besos dados en las plazas, son más tiernos de lo que pensaba.

Suelo estar sola, pero se que hay personas que cuando las necesite, estarán. Trato a menudo de vivir a mi manera, cada instante, a tener muchos amigos, a llorar cuando me siento feliz y a comer más chocolates.

A que alguien tan pequeño, te puede dar grandes abrazos. Suelo reconocer esos aromas de mi infancia, que me traen bellos recuerdos junto a mi padre. A que la mirada de alguien especial, puede decirte esas palabras que tanto anhelas escuchar. A menudo descubro más cosas de mi madre en mí, de las que pretendía.

Suelo imaginar mis sueños y esos lugares a donde siempre quise viajar, con solo mirar la parte superior de mi habitación. Me miro en los ojos de alguien, que en mis ojos se mira. Suelo ser sincera, mientras lo sean conmigo y a tomar esas cosas sin importancia, muy en serio.

Sé que pronto vendrán esos tibios días junto a un nuevo sol y se irán esos otros nostálgicos, con la brisa mojada que en mis ojos provocó.

Belén Acosta

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